sábado, 31 de enero de 2009

Transcripción (parcial) de la entrevista a H. Arendt: Una cierta mirada






Una cierta mirada
Entrevista a H.Arendt


P. Me parece que nuestro siglo está dominado por la persistencia de un modo de pensamiento fundado en el determinismo histórico.

R. Hay buenas razones en la creencia de esta necesidad histórica. No conocemos el porvenir. Toda la gente actúa en vista al porvenir y nadie sabe lo que hace, porque el porvenir se está haciendo. La acción se hace a través de nosotros y no a través de mí. Sólo cuando actúo como si fuera la única, podría predecir lo que pasará como consecuencia de mis actos. Parece, pues, que lo que realmente ha pasado pertenezca al ámbito de la contingencia. Y, de hecho, la contingencia es uno de los mayores factores de la historia. Nadie sabe lo que va a pasar sencillamente porque hay tantas cosas que dependen de una tremenda cantidad de factores variables. Es decir del azar. Por el contrario si miramos retrospectivamente, podemos decir que la historia es lógica ¿Cómo ha podido ocurrir? Es el verdadero problema de toda filosofía de la historia. ¿Cómo es que a posteriori, parece que las cosas no hubieran podido ocurrir de otra forma? La realdad tiene un impacto tan potente que no nos podemos dedicar a plantearnos una variedad infinita de posibilidades.


P. Si nuestros contemporáneos conservan modos de pensamiento determinista a pesar de los desmentidos de la historia ¿podría ser, en su opinión, porque temen la libertad?


R. Pero no lo dicen. Si lo dijeran podemos abordar el debate inmediantamente. Ojalá dijeran: ¡tenemos miedo, por ejemplo: "tenemos miedo al miedo"! Es una de las principales motivaciones. Pero tememos la libertad.

P. Lo  amenazante, en nuestra época, es la idea de que los objetivos de la política son ilimitados. Sin embargo, el liberalismo, creo, se apoya en la idea de que la política tiene objetivos limitados. ¿No es, en nuestra época, que lleguen al poder hombres que se asignan a sí mismos objetivos ilimitados, una gran amenaza?

 
R. Espero no ofenderle si le digo que no estoy en absoluto segura de ser liberal, No tengo, de verdad, ningún credo en esta cuestión. No profeso ninguna filosofía política que termine en -ismo
 
P. Ciertamente, pero hay que decir que es dentro de los fundamentos del pensamiento liberal con préstamos de la Antigüedad donde se sitúa su reflexión filosófica.
 
R. ¿Diría usted que Montesquieu es liberal? Tomo lo que puedo y lo que me viene bien. Una de las mayores ventajas de nuestros tiempos es lo que dijo René Char: "Nuestra herencia no viene precedida de ningún testamento". Eso significa que somos absolutamente libres de usar donde queramos las experiencias y los pensamienbtos del pasado .
 
P. ¿Pero esa libertad extrema no acaba costando un alto precio? Muchos contemporáneos nuestros prefieren encontrar una ideología ya dada y estar en condiciones de ponerla en práctica? Esa libertad que usted define puede llegar a ser la libertad de algunos, de los que tengan la fuerza de inventar nuestros modos de pensamiento.
 
 
R. Sólo se basa en la convicción  de que cada ser humano, en tanto que ser pensante, puede reflexionar tan bien como yo, puede formarse su propia opinión si quiere. Lo que no sé es cómo sacar a la luz ese deseo en él. Reflexionar significa pensar siempre de forma crítica y pensar de forma crítica significa que cada pensamiento erosiona lo que está hecho mediante reglas rígidas y convicciones generales. Todo lo que pasa cuando pensamos se somete a un examen crítico, es decir, que no existe pensamiento peligroso por la sencilla razón de que el hecho de pensar ya es de por sí una empresa muy peligrosa. Pero no pensar es aún más peligroso.